9/30/2020

Comunicado No. 3 - 2020

 




DENUNCIAMOS A LOS JEFES ABUSIVOS, ACOSADORES Y DESPÓTICOS



Las antiguas prácticas despóticas de algunos directores, subdirectores y coordinadores antiguos se mantienen en la UGPP. Se hace necesario que la nueva administración tome cartas en el asunto para frenar y prevenir actitudes de directivos, que van más con el anterior espíritu agresivo e intimidador de la administración pasada.

Anclados en sus viejos cargos, pretenden mantenerse, imponiendo horarios de más de ocho horas, aceptando compromisos sin medir los recursos físicos y humanos disponibles y repartiendo beneficios a quienes son cómplices de sus arbitrariedades.

Quienes quieran sostenerse en la Entidad y ser excelente en concepto de ellos, deberán aceptar cualquier tipo de compromiso que puede implicar el aumento permanente de las metas, las reuniones en cualquier horario y responder en cualquier momento a sus llamados.

Engañosamente amparados en un lenguaje manipulador y falsamente motivador, utilizando frases como: “el compromiso con la Entidad”, “mantener una mente abierta”, “dar lo mejor de cada uno”, “no ser cuadriculados”, “sembrando unidos”, “lo importante es cumplir”, etc.; pretenden legitimar el abuso e irrespetar los tiempos familiares y de ocio del trabajador.

Cualquier expresión de inquietud, molestia o contradicción, e incluso cualquier simple interacción en forma de pregunta, consulta o interpretación de las instrucciones u órdenes del jefe, deberá enfrentar diferentes modos de represalia, las cuales van desde la reubicación, asignación de nuevas funciones, desconocimiento de algunos beneficios del plan de bienestar, negación de permisos, negación de trabajo suplementario, modificación de vacaciones, restricciones para el acceso a capacitaciones y hasta la amenaza constante de una baja calificación o desvinculación.

Sumado a lo anterior, se hizo común el monitoreo de ingresos y salidas, antes del edificio y ahora del sistema, o en su lado más extremo hacia la restricción a las propias herramientas de trabajo, con un ensañamiento superior en quienes no responden a sus intereses, sin olvidar una permanente descalificación pública del empleado involucrado en actitudes de defensa de sus derechos.

Son tan desobligantes en sus comentarios que, con facilidad, cuestionan las propias normas, diagnósticos médicos, exponen historias clínicas, considerándose más expertos que los propios profesionales en derecho o de la salud, sin serlo, e ignorando las propias implicaciones de sus abusivos comportamientos.

Estamos entonces en un ambiente laboral bastante desmotivante y abusivo, si sumamos las dificultades propias del trabajo en casa y las posibilidades de retorno a la oficina en medio de la actual emergencia sanitaria.

Quienes debieron ser modelos de conducta por el cargo que ostentan, frente al respeto hacia las normas y el trato con los trabajadores de la Entidad, no lo son. Muchos jefes no han estado a la altura de sus obligaciones, por el contrario, han promovido escenarios de conflicto entre los trabajadores, de descalificación, de diferenciación, favoreciendo intereses individuales entre aquellos que aceptan estas situaciones y en perjuicio de quienes los denuncian.

Para cambiar este escenario despótico se requiere un tipo de liderazgo diferente al imperante en la mayoría de las áreas de la Entidad. Se requiere de líderes que logren el libre y autónomo compromiso de todos hacia el trabajo en equipo y la confianza mutua. Los líderes deben fundamentar su posición principalmente en un profundo respeto por los trabajadores, y en su capacidad para ser un ejemplo y referente ético de su equipo de trabajo.

Reclamamos el ejercicio de medidas por la parte de la Administración, contra quienes de manera despótica abusan de su cargo, acosan a funcionarios o desconocen los derechos de los trabajadores y las organizaciones sindicales. Reclamamos respeto frente a las diferencias y la eliminación de cualquier tipo de discriminación y amenaza basada en cualquier situación de debilidad o desprotección del trabajador.

De igual forma se renueva el llamado a los funcionarios a denunciar cualquier tipo de arbitrariedad, apoyados incluso en las herramientas tecnológicas como medio de prueba, soportando las denuncias, y radicándolas en la Entidad y ante los diferentes órganos de control, Procuraduría, Contraloría, ITRC, según el caso.

Los trabajadores hemos demostrado que el trabajo en casa puede darse y que los objetivos racionales y acordes a los recursos, se alcanzan a cabalidad. En tiempos de pandemia muchas cosas han cambiado y lo mínimo que debería realizarse es que los denominados líderes de la Entidad se pongan a la altura de sus responsabilidades, se actualicen y respondan con su comportamiento de manera ética, promoviendo un trato igualitario, objetivo y trasparente a todos los trabajadores.
.

MARIA EUGENIA SOSA FERNANDEZ
Presidente
Junta Directiva - Subdirectiva UGPP - USTED